Psicología Perinatal

Ana y Esteban acaban de ser papás… ¡Vaya lío! Ahora mismo están un poco desbordados, pero serán capaces de hacerse con ello. Algo que también les pasará es que tendrán cientos de dudas… y las resolverán de distintas maneras. A nosotros nos gustaría que nos tuvieran en cuenta a la hora de resolver las dudas sobre su hijo.

Ser madre o padre es uno de los acontecimientos más significativos que podemos vivir. La llegada de un hijo, no sólo revoluciona los hábitos de vida, nuestro horizonte como adultos se amplía, apareciendo como uno de los principales proyectos de nuestra vida.

Esta nueva etapa, suele provocar sentimientos contradictorios: la ilusión se entremezcla con el miedo de la inexperiencia, la alegría a veces se apaga por el cansancio físico y psicológico que los cuidados acarrean…, educar se convierte en una de las tareas prioritarias, tarea que no siempre sabemos realizar. ¡Cuántos padres echan de menos que les hubiesen formado sobre cómo ayudar a sus hijos a ser felices, saludables y personas de bien!

Educar es una de las empresas más complejas, delicadas y apasionantes. Supone por una parte, ayudar a sacar lo mejor de uno mismo, y por otra, saber encauzar el crecimiento hacia una vida autorrealizada. Esta labor, exige de nosotros no sólo nuestra entrega, cariño y dedicación; también implica transmitir autoridad, disciplina, saber manejar las emociones, favorecer estrategias de autocontrol… de ahí el sentido y el valor del psicólogo.

Nuestro propósito

Poder acompañaros en vuestro día a día, proporcionándoos claves que os ayuden a comprender a vuestros hijos en cada etapa evolutiva y que os aporten estrategias que orienten vuestro hacer como educadores. Por eso te invitamos a que te suscribas a nuestro blog para estar al tanto de nuestras publicaciones.

Para los hijos, sobre todo en los primeros años de vida, los padres son los principales modelos de referencia. Ellos os buscan, os miran, os imitan…La influencia que tenéis en su vida es enorme.Esto no significa que los padres, la familia, sean las únicas fuentes de influencia, y que por tanto, su futuro dependa exclusivamente de vosotros. Lo que una persona llega a ser es fruto de muchos factores.

En primer lugar, es importante que tengamos en cuenta que el niño, la niña, participan activamente en su crecimiento. No son unos meros receptores pasivos. Cada uno, llegamos al mundo con un bagaje hereditario, este incide en todas las características de nuestro ser. Nacemos con un proyecto inscrito en nuestro código genético que no sólo tiene influencia en nuestro sexo, color, constitución física, también repercute en nuestro temperamento, inteligencia, y rasgos de personalidad. Así, nos encontramos bebés que son tranquilos, otros que se irritan enseguida, unos más simpáticos, otros más tímidos… pero lo que somos no sólo se forja en la biología, ésta se ve moldeada, potenciada, y/o modificada por todas las experiencias que vivimos desde la concepción.

¿Qué hace un sexólogo?

Los cuidados prenatales, la crianza y socialización familiar, la escuela, los amigos los medios de comunicación, la sociedad y cultura en la que vivimos, los recursos socioeconómicos que disponemos… todo ello hace que nuestra identidad no quede determinada por un solo factor, el ser humano es mucho más complejo. Sin embargo, esta realidad no resta importancia y valor a lo que como educadores tenemos entre manos.

Hoy, nadie duda del protagonismo que tiene para nuestro desarrollo integral, la relación que se establece entre padres e hijos. Esta es la primera vinculación afectiva que vivimos como humanos. A través de ella, decidimos si la vida merece vivirse; si nosotros merecemos vivirla y si los otros se merecen nuestra confianza. Sentir que nuestros mayores son un refugio seguro, que podemos ciegamente confiar en ellos, es una de las experiencias que como hijos más nos pueden preparar y motivar para vivir.

Como anteriormente indicaba, esta necesidad empieza a demandarse y satisfacerse desde los primeros días de vida. El que tu hijo pase tantas horas durmiendo no te debe hacer creer que tu presencia apenas tiene importancia. Por el contrario, la primera fuente de seguridad en la vida tiene lugar a través de la manera en que se ejercen los cuidados parentales, a través de la calidad de esa relación tan especial. Transmitimos seguridad al bebé a través de toda la comunicación, verbal y sobre todo no verbal, que establecemos con él.

Uno de los primeros lenguajes que el niño aprende a descodificar es el tacto. Cómo le cogemos, cómo le abrazamos, las caricias que le damos… sin contacto, sin tu calor y calidez, tu hijo se deprimiría, para él vivir acabaría por no tener sentido. Él necesita sentir tu piel, la seguridad de tu abrazo, la suavidad de tus caricias, la sensación de protección y de calma que le proporciona tu tono de voz, tus pasos, tu alegría, tu serenidad… ahora esta presencia, para que le aporte seguridad es muy importante que esté en “sintonía con sus necesidades”. Mucho del éxito de esta labor depende de ello. Por eso es fundamental, que poco a poco vayamos comprendiendo sus ritmos, sus necesidades, sus maneras de pedir y expresar lo que le pasa. Mucho del sentir seguridad está relacionada con el grado de sensibilidad que desarrollamos con su mundo afectivo y vital. No siempre una caricia, jugar con ellos, o achucharles es oportuno, depende de lo que necesiten en ese momento.

Paciencia y empatía

Es cierto que esta sintonía no se adquiere de la noche a la mañana. Requiere paciencia y mucha empatía, esto es, ser capaces de ponernos en su lugar, captar sus ritmos y lo que realmente necesita, y saber adaptarnos a ellos. Esta disponibilidad lleva consigo mucha generosidad. Implica tiempo, ganas, olvidarnos un poco de nosotros mismos, y sobre todo un “profundo amor incondicional”. Sin embargo, merece la pena esforzarnos, ya que esta manera de estar y ser es capital para crear un vínculo en el que vuestro hijo, vuestra hija, se sientan física y psicológicamente acompañados.

Así que si eres padre o madre, lo lógico es que tuvieras muchas dudas. Te invitamos a que las compartas con nosotros, te atenderá directamente un psicólogo infantil que puede darte algunas valiosas orientaciones de manera totalmente gratuita. Contactar con nosotros no te compromete a nada, pero puede aliviar algún quebradero de cabeza.

Te invitamos también a que te suscribas a nuestro blog, serás de los primeros en recibir todas nuestras nuevas publicaciones sin coste alguno directamente en tu correo. Puedes sugerirnos temas que te inquieten o te interesen para que escribamos sobre ellos.

Para terminar, como sabrás y conocerás, hay muchos padres y madres como tú llenos de dudas. Por eso, vamos a pedirte que compartas nuestro contenido en tus redes sociales. Cuanto más lejos llegue la información, más probable es que la lea alguien que realmente la necesita y tú puedes ayudarnos a ayudar. ¡Muchas gracias!


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