Emociones Pozuelo
Patricia nos consultó porque acababa de romper con su pareja. Era una relación de cuatro meses, pero muy intensa según su descripción. Ella no podía dejar de pensar en él, y sin embargo él se lo tomó sólo como algo pasajero. Ella es una chica muy atractiva y de gran éxito profesional. En general, los hombres suelen estar detrás de ella.
Las emociones son un impulso hacia la acción, programas de reacción. Interpretamos nuestro medio de una manera determinada y nos preparamos para actuar:
- Nos enfadamos cuando interpretamos una situación como injusta y nos preparamos para la lucha
- Tenemos miedo cuando interpretamos una situación como peligrosa y nos preparamos para la huida
- Sentimos tristeza cuando hemos perdido algo. Nuestro cuerpo nos indica que dejemos de hacer cosas y tomemos un tiempo para pensar y adaptarnos a la nueva situación
- Estamos felices cuando algo nos gusta y de esta indicamos a los demás que deben repetir lo que están haciendo y nosotros mismos aprendemos a repetirlo para volver a estar en ese estado tan grato
Por lo tanto un aspecto crucial en el manejo de las emociones es cómo estamos interpretando la situación en la que nos encontramos. Es importante señalar que las emociones son buenas, incluso las que nos resultan desagradables de experimentar. Es bueno tener miedo ante los peligros, luchar contra las injusticias, estar tristes cuando perdemos algo y transmitir la felicidad que sentimos a los demás.
Pero como en casi todo, pueden existir ciertas ocasiones en las que por defecto o por exceso las emociones nos desborden. Es entonces y solo entonces cuando conviene plantearse por qué y actuar para solucionarlo.
No tener miedo, ser un temerario o no salir de casa por nuestros miedos no es bueno para nosotros. No defender nuestros derechos o por el contrario avasallar a los demás, tampoco es sano. No dejarnos sentir tristeza cuando la sentimos o estar deprimidos y no hacer nada, no es bueno. No ser capaces de expresar nuestra felicidad o pretender estar feliz las 24 horas del día tampoco es bueno.
Otro aspecto importante con respecto a las emociones es su “programación conductual” es decir lo que hacemos cuando nos sentimos de determinada manera. También aquí se puede abordar este aspecto con algunos consejos.
- Enfado: Cuando estamos muy enfadados no pensamos con claridad y lo más importante, no nos comunicamos de una manera eficaz. En las situaciones de enfado intenso es mejor dejar las conversaciones para otro momento que nuestro estado sea “más” frío. Pero aplazar no significa abandonar o evitar. Es necesario retomar esos pensamientos más adelante o esa conversación, si no el problema nunca se solucionará.
- Tristeza: Tras un periodo de reflexión es necesario ponerse en marcha y poner en marcha un plan.
- Miedo: La mejor manera de enfrentar los miedos, ya sabemos como es, enfrentarlos. Cuando algo te de miedo, intenta aproximarte porquito a poco. Empieza por situaciones que te den menos miedo. Cuando las hayas superado enfréntate a otras que te den un poco más de miedo.
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